Monasterio de la Ascensión de Lerma

El Monasterio de la Ascensión de Lerma

Lerma, esa villa burgalesa que parece suspendida en el tiempo del Siglo de Oro, alberga entre sus tesoros arquitectónicos y espirituales el Monasterio de la Ascensión de Lerma. Conocido popularmente como el Convento de las Clarisas, este cenobio representa una de las fundaciones más significativas impulsadas por el Duque de Lerma y su esposa, Catalina de la Cerda.

Más que un simple edificio religioso, el Monasterio de la Ascensión de Lerma es un testimonio de la profunda fe de sus fundadores, un escaparate del arte de la época y un hogar de oración y vida contemplativa que ha perdurado por más de cuatro siglos. Acompáñanos a descubrir la historia, el arte y las particularidades que hacen del Monasterio de la Ascensión de Lerma un lugar de visita imprescindible.

La Fundación del Monasterio de la Ascensión de Lerma

La génesis del Monasterio de la Ascensión se enmarca en el ambicioso proyecto del Duque de Lerma de transformar su villa natal en un centro cortesano y espiritual de primer orden. A principios del siglo XVII, Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, valido de Felipe III, no escatimó en recursos para dotar a Lerma de un conjunto monumental que incluyó palacios, una colegiata y seis conventos. El Monasterio de la Ascensión de Lerma fue uno de los primeros en ser concebido, hacia 1604, destinado a acoger una comunidad de monjas Franciscanas Clarisas.

La fundación del Monasterio de la Ascensión de Lerma estuvo especialmente ligada a la Duquesa, Doña Catalina de la Cerda, quien deseaba un lugar de retiro y oración para esta orden. De hecho, se proyectó con la intención de que sirviera como panteón para la propia Duquesa.

Los arquitectos que intervinieron en su diseño y construcción fueron figuras de primer nivel: inicialmente Francisco de Mora, el gran artífice del estilo herreriano adaptado a las construcciones ducales, y posteriormente Fray Alberto de la Madre de Dios, quien también dejó su impronta en numerosas obras de Lerma. Esta implicación de arquitectos de renombre asegura la calidad y coherencia estilística del Monasterio de la Ascensión de Lerma con el resto del conjunto ducal. La comunidad de Clarisas se instaló solemnemente, y desde entonces, el monasterio ha sido un faro de vida contemplativa franciscana.

Monasterio de la Ascensión de Lerma

Arquitectura del Monasterio de la Ascensión de Lerma

El Monasterio de la Ascensión de Lerma presenta una arquitectura que combina la sobriedad característica de las órdenes mendicantes con la magnificencia propia de un patronazgo ducal.

Lerma: Monasterio de la Ascensión

Tesoros del Monasterio de la Ascensión de Lerma

El patronazgo ducal aseguró que el Monasterio de la Ascensión de Lerma fuera dotado de un rico ajuar artístico y litúrgico. Muchas de estas piezas aún se conservan, constituyendo un valioso patrimonio.

La Vida Contemplativa de las Clarisas

Desde su fundación, el Monasterio de la Ascensión de Lerma ha sido el hogar de una comunidad de monjas Clarisas. Su vida se rige por la Regla de Santa Clara de Asís, que enfatiza la oración, la pobreza evangélica, el trabajo fraterno y la vida en clausura. Las monjas dedican gran parte de su día a los oficios divinos, la oración personal y comunitaria, y al trabajo manual, que tradicionalmente ha incluido la confección de ornamentos, el bordado, y en muchos conventos de clarisas, la elaboración de exquisitos dulces conventuales, cuya fama trasciende los muros del cenobio.

La presencia continua de esta comunidad orante en el Monasterio de la Ascensión de Lerma durante más de cuatrocientos años es un testimonio de fe y perseverancia. Han sido, y siguen siendo, un pulmón espiritual para la villa de Lerma, sosteniendo con su oración la vida de la Iglesia y del mundo.

Curiosidades del Monasterio de la Ascensión de Lerma

Información Práctica para visitar el Monasterio de la Ascensión de Lerma

Si estás interesado en conocer el Monasterio de la Ascensión de Lerma, aquí tienes algunos datos útiles:

El Monasterio de la Ascensión de Lerma en el Contexto Monumental de Lerma

El Monasterio de la Ascensión de Lerma es una pieza esencial del extraordinario conjunto histórico-artístico de la villa. Su visita complementa y enriquece la comprensión del proyecto ducal, dialogando con el Palacio, la Colegiata y los demás conventos. Explorar el Monasterio de la Ascensión de Lerma es una parada obligada para quienes deseen profundizar en la historia y el arte de esta singular población. Para una visión más amplia de los atractivos de la villa, no dudes en consultar información sobre Qué ver en Lerma.

Qué ver en Lerma

El Monasterio de la Ascensión de Lerma se erige, pues, como un baluarte de la fe franciscana y un depositario de un rico legado histórico y artístico. La magnificencia de su arquitectura, la belleza de sus obras de arte, y la presencia constante de una comunidad orante lo convierten en un lugar de profundo significado. Su visita ofrece una oportunidad única para conectar con la espiritualidad de la Contrarreforma, admirar la magnificencia del mecenazgo ducal y experimentar la serena atmósfera de un claustro que ha sido testigo de siglos de historia.

Para aquellos que deseen sumergirse plenamente en el encanto de Lerma y dedicar tiempo a explorar sus numerosos monumentos, incluyendo el Monasterio de la Ascensión de Lerma, la villa ofrece diversas opciones de alojamiento. Puedes encontrar información sobre Hoteles en Lerma para planificar una estancia cómoda y enriquecedora. Sin duda, el Monasterio de la Ascensión de Lerma dejará una huella duradera en tu memoria.