Plaza Mayor de Lerma

La Plaza Mayor de Lerma

Pocas plazas en España evocan con tanta fuerza la grandeza de una época como la Plaza Mayor de Lerma. Este espacio monumental, también conocido como Plaza Ducal, no es simplemente un lugar de encuentro; es el corazón palpitante de la villa burgalesa, el gran escenario concebido por el Duque de Lerma para proyectar su inmenso poder y acoger los fastos de la corte de Felipe III.

Adentrarse en la Plaza Mayor de Lerma es como retroceder en el tiempo, sintiendo la solemnidad de su arquitectura y la resonancia de los acontecimientos históricos que presenciaron sus piedras. A lo largo de este artículo, exploraremos sus rincones, desvelaremos sus secretos y te ofreceremos toda la información para que tu visita a la Plaza Mayor de Lerma sea una experiencia inolvidable.

Concepción y Dimensiones de la Plaza Mayor de Lerma

Para apreciar en su totalidad la Plaza Mayor de Lerma, es imprescindible entender la ambición de su creador, Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma. A principios del siglo XVII, este influyente valido del rey Felipe III decidió transformar su villa natal en un complejo urbanístico sin precedentes, una "corte chica" que rivalizara en esplendor con las grandes capitales europeas. La Plaza Mayor de Lerma fue concebida como el epicentro de este proyecto, un espacio abierto y grandioso destinado a ser el vestíbulo del imponente Palacio Ducal de Lerma y el lugar de celebración de los más variados actos públicos.

El diseño de la Plaza Mayor de Lerma se atribuye principalmente al arquitecto Francisco de Mora, una figura cumbre del clasicismo herreriano. Siguiendo estos postulados, la plaza se caracteriza por su regularidad, simetría y una calculada austeridad ornamental que, lejos de restarle impacto, acentúa su monumentalidad. Con unas dimensiones que superan los 6.800 metros cuadrados (aproximadamente 168 metros de largo por 63 de ancho), la Plaza Mayor de Lerma se cuenta entre las más grandes de España. Esta amplitud no era casual; estaba pensada para albergar a grandes multitudes, permitir el desarrollo de complejos espectáculos barrocos y, sobre todo, para que el Palacio Ducal, situado en uno de sus frentes, luciera en toda su magnificencia. La construcción de la Plaza Mayor de Lerma y su entorno se llevó a cabo con una celeridad asombrosa, reflejo de los ingentes recursos que el Duque movilizó.

Plaza Mayor de Lerma

El Palacio Ducal

Presidiendo el lado sur de la Plaza Mayor de Lerma se alza el majestuoso Palacio Ducal, hoy convertido en un prestigioso Parador Nacional de Turismo. Este edificio, también obra de Francisco de Mora, es la pieza clave que articula y da sentido a toda la plaza. De hecho, la Plaza Mayor de Lerma fue diseñada como una gran explanada que sirviera de antesala y marco escenográfico al palacio. Desde sus balcones y ventanas, el Duque y sus ilustres huéspedes podían contemplar los espectáculos y ceremonias que se desarrollaban abajo.

La fachada del palacio, con sus cuatro torres angulares rematadas por chapiteles de pizarra y su sobria elegancia herreriana, domina visualmente la Plaza Mayor de Lerma. La relación entre ambos espacios es simbiótica: el palacio necesita de la amplitud de la plaza para ser admirado en su totalidad, y la plaza adquiere su carácter monumental gracias a la imponente presencia del palacio. Esta interdependencia es uno de los rasgos más distintivos del urbanismo ducal en Lerma y un ejemplo magistral de la arquitectura del Barroco temprano. Al contemplar el conjunto, uno no puede evitar imaginar el impacto que causaría en los visitantes del siglo XVII, un testimonio pétreo de la influencia y el gusto refinado del Duque.

Los Edificios que Configuran la Plaza Mayor de Lerma

La Plaza Mayor de Lerma no solo destaca por el Palacio Ducal, sino también por los edificios porticados que la delimitan en sus otros tres lados. Estos edificios, de dos alturas, presentan una notable uniformidad estilística, contribuyendo a la sensación de armonía y grandiosidad del conjunto. Las fachadas se caracterizan por sus soportales, formados por arcos de medio punto que descansan sobre robustos pilares de piedra. Estas galerías porticadas no solo ofrecen cobijo del sol y la lluvia, sino que también unifican visualmente el perímetro de la Plaza Mayor de Lerma, creando un efecto de continuidad y orden.

Originalmente, estos edificios que conforman la Plaza Mayor de Lerma albergaron diversas funciones. Algunos sirvieron como viviendas para nobles y funcionarios al servicio del Duque, mientras que otros pudieron acoger dependencias administrativas o comerciales. La idea era crear un entorno urbano coherente y funcional en torno al centro de poder que representaba el Palacio Ducal. Hoy en día, bajo los soportales de la Plaza Mayor de Lerma, encontramos una animada mezcla de establecimientos: bares y restaurantes con sus terrazas, tiendas de recuerdos y productos locales, y accesos a viviendas particulares. Esta vitalidad actual demuestra que la Plaza Mayor de Lerma sigue siendo un espacio vivo y central en la vida de la villa.

Palacio Ducal de Lerma

La Vida en la Plaza Mayor de Lerma a Través del Tiempo

La Plaza Mayor de Lerma fue, desde su creación, mucho más que un simple vacío urbano. Fue concebida como un "gran teatro del mundo", un escenario donde se representaba el poder y se celebraba la vida cortesana. Durante el Siglo de Oro, sus baldosas fueron testigo de una increíble variedad de eventos: