Qué ver en Peñaranda de Duero

Qué ver en Peñaranda de Duero
Qué ver en Peñaranda de Duero

En el corazón de la prestigiosa comarca vitivinícola de la Ribera del Duero, en la provincia de Burgos (Castilla y León), se alza majestuosa la villa de Peñaranda de Duero, un auténtico tesoro monumental que transporta al visitante a la época de mayor esplendor de la historia de España. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, Peñaranda cautiva por la excepcional conservación de su trazado medieval y renacentista, dominado por la imponente silueta de su castillo en lo alto y articulado en torno a una de las plazas mayores más bellas y armoniosas de Castilla. El magnífico Palacio de los Condes de Miranda, la Ex-Colegiata de Santa Ana y una atmósfera que parece detenida en el tiempo hacen de esta villa una joya imprescindible. Descubre qué ver en Peñaranda de Duero en una escapada.

Qué ver en Peñaranda de Duero

  • Castillo de Peñaranda de Duero: Vigilando la villa desde lo alto de un cerro, este castillo es el símbolo de Peñaranda. De origen medieval (posiblemente del siglo XI), fue reconstruido y ampliado en el siglo XV por los Condes de Miranda (familia Zúñiga y Avellaneda). Aunque austero en su exterior, presenta una robusta torre del homenaje, murallas almenadas y un patio de armas. Su visita (generalmente exterior, aunque a veces hay visitas guiadas) ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la villa y del valle del Duero.
  • Palacio de los Condes de Miranda (o Palacio de Avellaneda): Una obra maestra del Renacimiento español (siglo XVI), considerado uno de los palacios más bellos y mejor conservados de su estilo. Mandado construir por el III Conde de Miranda, su fachada plateresca es exquisita, con medallones, grutescos y una elegante portada. El interior alberga un magnífico patio de doble galería con arcos y columnas, y salas con impresionantes artesonados mudéjares y yeserías. Es una visita imprescindible para apreciar el refinamiento de la nobleza castellana del Siglo de Oro.
  • Plaza Mayor: El corazón de la villa y un ejemplo perfecto de plaza castellana renacentista. De forma trapezoidal y empedrada, está porticada en parte y reúne los edificios más emblemáticos: el Palacio de Avellaneda, la Ex-Colegiata de Santa Ana y el Rollo Jurisdiccional. Su armonía arquitectónica, sus soportales y su atmósfera tranquila la convierten en un espacio de gran belleza y el centro de la vida local.
  • Ex-Colegiata de Santa Ana: Adosada al palacio, esta imponente iglesia fue elevada a colegiata en el siglo XVI. Aunque sus orígenes pueden ser anteriores, presenta una mezcla de estilos: portada renacentista (atribuida a Gil de Siloé), estructura gótica tardía y un interior con retablos barrocos. Destaca el retablo mayor y el coro. Su fachada principal, sobria y elegante, se integra perfectamente en el conjunto de la Plaza Mayor.
  • Rollo Jurisdiccional Gótico: En el centro de la Plaza Mayor se alza este elegante rollo o picota de estilo gótico flamígero (finales del siglo XV). Símbolo de la jurisdicción señorial y del estatus de villa, es una pieza escultórica de gran calidad, ricamente decorada, que añade un toque de distinción al conjunto de la plaza. Es uno de los rollos más bellos de la provincia.
  • Botica de los Ximeno: Una farmacia histórica excepcionalmente conservada, que data del siglo XVIII (aunque con orígenes en el XVII). Mantiene gran parte de su mobiliario original, estanterías repletas de tarros de cerámica de Talavera, balanzas, morteros, alambiques y otros utensilios farmacéuticos de época. Visitarla (suele ser posible concertando visita) es como hacer un viaje en el tiempo a la botica de antaño.
  • Restos de las Murallas: Peñaranda de Duero estuvo rodeada por una muralla medieval. Aunque gran parte ha desaparecido, aún se conservan algunos lienzos y, sobre todo, dos de las antiguas puertas de acceso a la villa, que evocan su pasado defensivo y ayudan a delimitar el casco histórico original.
  • Arquitectura Popular y Casonas Blasonadas: Más allá de los grandes monumentos, las calles de Peñaranda conservan buenos ejemplos de arquitectura popular castellana, con casas de adobe y entramado de madera, junto a casonas de piedra con escudos nobiliarios que testimonian la presencia de familias ilustres ligadas a los Condes de Miranda.
  • Bodegas Subterráneas Tradicionales: Como es característico en la Ribera del Duero, el subsuelo de Peñaranda alberga bodegas excavadas, utilizadas tradicionalmente para la elaboración y conservación del vino. Aunque no suelen ser visitables de forma generalizada, su existencia forma parte de la cultura vitivinícola local.

Otras cosas de interés en Peñaranda de Duero

  • Paseo por el Conjunto Histórico-Artístico: La mejor forma de disfrutar de Peñaranda es caminar sin prisas por sus calles empedradas, admirando la armonía del conjunto, descubriendo detalles en las fachadas, sintiendo la atmósfera tranquila y evocadora de un lugar donde el tiempo parece haberse detenido en el Siglo de Oro.
  • Fotografía Monumental y Urbana: La villa es un paraíso para los fotógrafos. El contraste entre el Castillo de Peñaranda en lo alto, la magnificencia del palacio, la belleza de la plaza y los rincones pintorescos de sus calles ofrecen innumerables oportunidades para capturar imágenes espectaculares.
  • Vino de la Ribera del Duero: Estando en plena Denominación de Origen Ribera del Duero, es imprescindible interesarse por el vino. Aunque en el pueblo mismo no haya grandes bodegas visitables, sí se puede degustar y comprar excelentes vinos de la zona en los bares, restaurantes o tiendas locales.
  • Gastronomía: Lechazo Asado: El plato estrella de la Ribera del Duero es el lechazo (cordero lechal) asado en horno de leña. En Peñaranda y sus alrededores hay restaurantes donde disfrutar de este manjar, junto con otros productos típicos como la morcilla, el queso de oveja y las sopas castellanas.
  • Sensación de Viaje en el Tiempo: Gracias a su excepcional estado de conservación y la ausencia de estridencias modernas en su casco histórico, pasear por Peñaranda produce una auténtica sensación de haber retrocedido varios siglos en la historia, a la época de los Condes de Miranda y el esplendor castellano.
  • Fiestas Patronales (Santa Ana y San Roque): Las principales fiestas se celebran en honor a Santa Ana (finales de julio) y San Roque (mediados de agosto). Son momentos de mayor animación, con verbenas, actos religiosos, juegos populares y un ambiente festivo que contrasta con la habitual tranquilidad.
  • Rutas de Senderismo y Entorno Natural: Los alrededores de Peñaranda, marcados por el paisaje de la Ribera del Duero con sus colinas, viñedos y campos de cereal, ofrecen posibilidades para realizar rutas de senderismo sencillas, disfrutando del aire libre y las vistas del paisaje castellano.
  • Mercado de Productos Artesanales (Ocasional): Aunque no tiene un mercado semanal fijo de gran tamaño, ocasionalmente pueden organizarse ferias o mercados de artesanía y productos locales, especialmente coincidiendo con festividades o eventos culturales.

Qué ver en los alrededores de Peñaranda de Duero

Peñaranda de Duero se ubica en un enclave privilegiado de la Ribera del Duero burgalesa, sirviendo como excelente punto de partida para explorar una comarca rica en historia, patrimonio y cultura vitivinícola. A corta distancia se encuentran yacimientos romanos de primer orden, otras villas históricas y la capital de la Ribera, Aranda de Duero. Descubrir los alrededores de Peñaranda permite completar una visión fascinante de las diferentes civilizaciones y épocas que han dejado su huella en esta tierra castellana.

  • Ruinas Romanas de Clunia Sulpicia (Coruña del Conde, 10 km): Uno de los yacimientos arqueológicos romanos más importantes de la mitad norte de España. Clunia fue una próspera ciudad romana, capital de un convento jurídico en la provincia Tarraconense. Las ruinas visitables incluyen un impresionante teatro romano excavado en parte en la roca, restos del foro con templos y edificios públicos, termas, mosaicos y un sistema de abastecimiento de agua. El Centro de Recepción de Visitantes ofrece contexto sobre la historia y la vida en la ciudad. Pasear por el extenso yacimiento, ubicado en un cerro con vistas panorámicas, es un viaje directo al pasado romano de la Península Ibérica. Su cercanía a Peñaranda lo convierte en una visita casi obligada.
  • Aranda de Duero (18 km): La capital de la Ribera del Duero, una ciudad dinámica y centro neurálgico de la comarca. Aunque más moderna y extensa que Peñaranda, Aranda conserva un interesante patrimonio. Entre las cosas que ver en Aranda de Duero destaca la espectacular fachada gótico isabelina de la Iglesia de Santa María la Real. También merece la pena visitar la Iglesia de San Juan Bautista (donde se celebró el Concilio de Aranda en 1473), el puente medieval, la Plaza Mayor y, sobre todo, explorar sus famosas bodegas subterráneas. Una red de kilómetros de galerías excavadas bajo el casco antiguo, algunas de las cuales son visitables y ofrecen catas de vino D.O. Ribera del Duero. Aranda ofrece además una amplia oferta comercial y gastronómica, siendo el lugar ideal para profundizar en la cultura del vino.
  • Caleruega (18 km): Cuna de Santo Domingo de Guzmán (fundador de los Dominicos), esta villa tiene una profunda significación histórica y religiosa. El conjunto monumental principal que ver en Caleruega gira en torno a su figura: el Real Monasterio de Santo Domingo (de monjas dominicas), que incluye la Torre de los Guzmanes, la Iglesia de San Sebastián (donde fue bautizado) y un museo. Justo al lado se encuentra el Convento de los Padres Dominicos, con una iglesia moderna pero imponente. Visitar Caleruega permite conocer los orígenes de la Orden Dominicana y la vida de uno de los santos castellanos más influyentes. El ambiente del pueblo es tranquilo y espiritual.
  • Baños de Valdearados y la Villa Romana de Santa Cruz (15 km): En la pequeña localidad de Baños de Valdearados se descubrió una importante villa romana bajoimperial (siglo IV-V d.C.), conocida como Villa Romana de Santa Cruz. Su principal atractivo son los magníficos mosaicos que pavimentaban sus estancias, especialmente uno dedicado al dios Baco, de gran calidad artística y bien conservado (aunque ha sufrido actos vandálicos, se trabaja en su protección y puesta en valor). La visita permite comprender cómo era una lujosa residencia rural en la Hispania tardorromana. Complementa perfectamente la visita a Clunia, mostrando la vida privada frente a la pública de la gran ciudad romana.

Cómo llegar a Peñaranda de Duero

Peñaranda de Duero se encuentra en el sureste de la provincia de Burgos. El acceso principal por carretera se realiza a través de vías comarcales como la BU-923 o la BU-925, que conectan con ejes más importantes como la N-122 (Zaragoza-Portugal, que pasa por Aranda de Duero) o la Autovía A-1 (Madrid-Burgos). Desde Aranda de Duero (a unos 18 km) el acceso es rápido y sencillo. El transporte público es limitado; suelen existir líneas de autobús que conectan Peñaranda con Aranda de Duero, y desde allí con Burgos o Madrid, pero las frecuencias son reducidas. Por ello, el vehículo privado es la opción más cómoda y recomendable para visitar la villa y sus alrededores.

Dónde dormir en Peñaranda de Duero

  • Posada Ducal: Encantador alojamiento rural en el corazón de Peñaranda, que ofrece habitaciones cuidadas en un ambiente histórico y tranquilo.
  • Hospedería Jaramillo: Otro establecimiento en la villa, que proporciona alojamiento sencillo y acogedor a los visitantes del conjunto histórico.
  • Hotel Montermoso (Aranda de Duero, 18 km): Hotel moderno y funcional en Aranda de Duero, con amplios servicios, ideal como base si se prefiere una ciudad más grande.
  • Hotel Tudanca Aranda II (Aranda de Duero, 18 km): Otra opción hotelera en Aranda, bien valorada, que ofrece confort y buena ubicación para explorar la Ribera.

Visitar Peñaranda de Duero es realizar un fascinante viaje al pasado, a la época de mayor esplendor de Castilla. Su extraordinario conjunto monumental, presidido por el castillo y el palacio renacentista, y articulado en torno a una plaza mayor de ensueño, la convierten en una de las villas históricas más bellas y mejor conservadas de España. Su ubicación en plena Ribera del Duero y su cercanía a importantes yacimientos romanos y otras localidades de interés completan el atractivo de este destino imprescindible. Ahora que ya sabes lo que hay que ver en Peñaranda de Duero, planifica tu escapada con nuestro buscador de alojamientos.