Descubre qué ver en Sevilla en una escapada. Esta ciudad andaluza te robará el corazón con su luz deslumbrante, su embriagador aroma a azahar y la alegría contagiosa que se respira en cada una de sus calles. ¡Prepárate para una experiencia inolvidable!
Si te planteas visitar Sevilla, te espera una inmersión en su rica historia, su vibrante arte y sus arraigadas tradiciones. Aunque un fin de semana se antoja corto para todo lo que ofrece, es suficiente para enamorarte perdidamente. Seguro que querrás planear tu regreso muy pronto.
Además, la oferta de hoteles en Sevilla es tan variada y de calidad que encontrar tu rincón perfecto para descansar tras un día de exploración será tarea sencilla. Hay opciones para todos los gustos y presupuestos, facilitando mucho la planificación de tu viaje.

1. Real Alcázar de Sevilla
Empezar tu recorrido por el Real Alcázar es, para mí, una obligación si vienes a Sevilla. Este palacio, uno de los más antiguos del mundo todavía en uso, es una auténtica maravilla Patrimonio de la Humanidad. Te aseguro que te dejará sin palabras desde el primer momento que pongas un pie dentro.
Te quedarás boquiabierto paseando por sus deslumbrantes patios, como el de las Doncellas o el de las Muñecas. Sus intrincados detalles mudéjares, llenos de filigranas y color, te transportarán a los cuentos de las Mil y una Noches. Cada rincón es una obra de arte esperando ser descubierta y admirada.
Los salones, como el majestuoso Salón de Embajadores con su espectacular cúpula dorada, son una pasada. Pero no te quedes solo en los interiores; los jardines del Alcázar son un auténtico oasis de paz y belleza. Son el lugar perfecto para un respiro mientras continúas tu exploración.
Piérdete por sus laberintos de setos, admira sus fuentes, como la de Mercurio, y disfruta del frescor y el aroma de sus naranjos y arrayanes. Te recomiendo comprar las entradas con antelación online para evitar colas, especialmente si viajas en temporada alta. Así aprovecharás mejor tu tiempo en esta joya imprescindible que ver en Sevilla.
2. Catedral de Sevilla y la Giralda (lo mejor que ver en Sevilla)
La Catedral de Santa María de la Sede, junto a su inseparable Giralda, es el alma de Sevilla. Sin duda, este conjunto monumental encabeza cualquier lista sobre qué ver en Sevilla y es una visita que no puedes obviar. Su magnitud y belleza te impactarán profundamente.

Es la catedral gótica más grande del mundo, ¡ahí es nada!, y su interior es sencillamente sobrecogedor. Fue construida sobre una antigua mezquita almohade, de la que conserva elementos tan espectaculares como el Patio de los Naranjos. Este patio es un remanso de paz antes de entrar al templo.
Y, por supuesto, está la Giralda, que era el antiguo alminar de la mezquita. Subir a la Giralda es una experiencia que no te puedes perder. En lugar de escaleras, tiene rampas, diseñadas para que el encargado de llamar a la oración pudiera subir a caballo. Es un detalle curioso y práctico.
Las vistas panorámicas de Sevilla desde arriba son impresionantes y merecen cada paso del ascenso. Dentro de la catedral, no dejes de admirar el Retablo Mayor, una obra maestra del gótico. También encontrarás la tumba de Cristóbal Colón y numerosas capillas llenas de arte e historia. Es un lugar que impone respeto.
3. Barrio de Santa Cruz
Perderse por el Barrio de Santa Cruz es una de las experiencias más encantadoras que puedes vivir en Sevilla. Esta antigua judería es un laberinto de callejuelas estrechas y empedradas. Sus plazas recoletas, llenas de naranjos, y sus casas encaladas con patios floridos son una delicia visual. Sin dudal alguna, se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Sevilla.
Es el lugar perfecto para pasear sin rumbo fijo, descubriendo rincones con nombres tan evocadores como la Plaza de Doña Elvira o el Callejón del Agua. También la Plaza de los Venerables te espera con su encanto particular. Cada esquina parece contar una historia antigua.
Aquí encontrarás pequeñas tiendas de artesanía, bares de tapas con mucho carácter donde probar la gastronomía local y ese ambiente tan especial que solo Sevilla tiene. Por la noche, el barrio adquiere una magia particular, con la luz tenue de los faroles y el murmullo de la gente disfrutando del frescor.
Te aconsejo que te dejes llevar, que te sientes en una terraza a tomar algo y simplemente observes. Es un barrio para sentirlo, para respirar su historia y para enamorarse de cada detalle. ¡Y cuidado no te pierdas, aunque perderse aquí es parte de la diversión y la aventura!
4. Plaza de España, una inmensa obra de arte que ver en Sevilla
La Plaza de España es, sin duda, uno de los lugares más espectaculares y fotogénicos que ver en Sevilla. Fue construida para la Exposición Iberoamericana de 1929 y esta inmensa plaza semicircular te dejará con la boca abierta por su grandiosidad, su arquitectura y su belleza sin igual.

Me encanta el canal que la recorre, donde puedes alquilar una barquita de remos y sentirte como en una pequeña Venecia sevillana. Los puentes que cruzan el canal, representando los antiguos reinos de España, son preciosos y añaden un toque romántico al conjunto. Cada uno es una obra de arte.
Pero lo que más llama la atención son los bancos de azulejos dedicados a cada una de las provincias españolas. ¡Todo el mundo busca el de su provincia para hacerse una foto! Es una tradición para los visitantes. El edificio principal, con sus dos imponentes torres, es una mezcla de estilos.
Combina el regionalista, el barroco y el renacentista de una forma impresionante. Es un lugar perfecto para pasear, relajarse y admirar la arquitectura. Por supuesto, también es ideal para hacer cientos de fotos. Además, suele haber espectáculos de flamenco espontáneos que le dan aún más ambiente y vida.
5. Parque de María Luisa
Justo al lado de la Plaza de España se encuentra el Parque de María Luisa, el pulmón verde de Sevilla. Es uno de los lugares que no puedes perderte en Sevilla, ideal para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de un momento de tranquilidad. Antiguamente, eran los jardines privados del Palacio de San Telmo.

Estos jardines fueron donados a la ciudad y rediseñados para la Exposición Iberoamericana de 1929. Es un parque enorme y precioso, lleno de avenidas sombreadas, glorietas con encanto, fuentes y estanques con patos. La vegetación es exuberante y muy variada, creando rincones de gran belleza.
Mis rincones favoritos son la Glorieta de Bécquer, con sus figuras modernistas llenas de romanticismo, y la Isleta de los Pájaros, con su pabellón cubierto de azulejos. También encontrarás la Plaza de América, conocida como la "plaza de las palomas", un lugar muy popular entre los niños.
Esta plaza está flanqueada por el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo Arqueológico. Alquilar una bici o un coche de caballos para recorrerlo puede ser un plan divertido. Es el sitio perfecto para un paseo romántico o para leer un libro a la sombra de sus frondosos árboles.
6. Torre del Oro: de lo mejorcito que ver en Sevilla
Entre los monumentos y sitios históricos de Sevilla destaca esta imponente Torre del Oro, situada a orillas del río Guadalquivir y uno de los símbolos más reconocibles de Sevilla. Esta torre albarrana del siglo XIII formaba parte de las antiguas murallas almohades. Su principal función era defender el puerto, un punto estratégico para la ciudad en aquella época.

Su nombre, según cuenta la leyenda, se debe a que en su día estuvo revestida de azulejos dorados que brillaban al sol. Otras teorías dicen que era por los tesoros que se guardaban en ella procedentes de América. Hoy en día, la Torre del Oro alberga el Museo Naval de Sevilla.
En el museo puedes aprender sobre la historia marítima de la ciudad y la importancia del Guadalquivir en la época de los descubrimientos. Subir a la terraza superior te ofrece unas vistas muy bonitas del río, del barrio de Triana y de la Giralda a lo lejos. Es una panorámica que merece la pena.
Es una visita cortita pero muy interesante para comprender mejor el pasado de Sevilla y su estrecha relación con el río. Además, el paseo por la ribera del Guadalquivir junto a la torre es muy agradable, especialmente al atardecer, cuando la luz es mágica y el ambiente se vuelve más tranquilo.
7. Metropol Parasol (Las Setas de Sevilla)
En plena Plaza de la Encarnación, te encontrarás con una estructura que rompe con la estética tradicional de Sevilla: el Metropol Parasol. Popularmente es conocido como "Las Setas" por su peculiar forma. Esta enorme estructura de madera, diseñada por el arquitecto Jürgen Mayer, es realmente singular y se ha convertido en uno de los emblemas que ver en Sevilla.

Es la estructura de madera más grande del mundo y ha generado tanto admiración como controversia desde su inauguración. A mí, personalmente, me encanta por su audacia. En su sótano alberga el Antiquarium, un museo con importantes restos arqueológicos romanos y árabes descubiertos durante su construcción.
A nivel de calle, hay un mercado y varios bares y restaurantes con terrazas muy agradables. Pero lo mejor, sin duda, es subir a sus pasarelas superiores. Desde allí, tendrás unas vistas panorámicas de 360 grados de Sevilla espectaculares. Te recomiendo ir especialmente al atardecer.
Cuando la ciudad se tiñe de colores cálidos y las luces comienzan a encenderse, la vista es mágica. Es una perspectiva completamente diferente de la ciudad, una Sevilla moderna y vibrante. Una visita imprescindible para los amantes de la arquitectura contemporánea y las buenas vistas panorámicas.
8. Barrio de Triana (el encanto que ver en Sevilla)
Cruzar el Puente de Isabel II, conocido popularmente como Puente de Triana, es como entrar en otro mundo. El Barrio de Triana, al otro lado del Guadalquivir, tiene una identidad propia muy marcada. Es cuna de marineros, toreros, cantaores y bailaores de flamenco, gente con mucho arte. También es uno de los lugares turísticos más interesantes que visitar en Sevilla.

Es un barrio con mucho carácter y un ambiente muy auténtico que te atrapará. Te recomiendo pasear por la Calle Betis, con sus casas de colores y sus bares con vistas al río y a la Torre del Oro. Es una de las calles más emblemáticas y animadas del barrio.
Piérdete por sus calles interiores, como la Calle Pureza, donde se encuentra la Capilla de los Marineros, sede de la Esperanza de Triana. No dejes de visitar el Mercado de Triana, construido sobre los restos del antiguo Castillo de San Jorge, que fue sede de la Inquisición. Hoy es un lugar lleno de vida.
Allí encontrarás puestos de productos frescos y bares de tapas donde saborear la esencia del barrio. Triana es también famosa por su cerámica, así que puedes visitar alguno de sus talleres tradicionales. Y, por supuesto, si quieres vivir el flamenco en estado puro, Triana es tu sitio ideal.
9. Plaza de Toros de la Maestranza
La Real Maestranza de Caballería de Sevilla, o simplemente La Maestranza, es una de las plazas de toros más antiguas, importantes y bonitas de España. Su arquitectura y su historia la convierten en un lugar de gran interés, seas o no aficionado a las corridas de toros.

Incluso si no te atrae la tauromaquia, la visita al edificio y a su museo taurino merece la pena por su valor arquitectónico e histórico. Construida en el siglo XVIII, su fachada barroca encalada y con detalles en albero y rojo es muy elegante y fotogénica, un icono de la ciudad.
Durante la visita guiada, podrás recorrer el ruedo, los tendidos, la capilla donde rezan los toreros antes de salir, y el museo. Este último alberga una interesante colección de trajes de luces, carteles antiguos y pinturas relacionadas con el mundo del toro. Es un recorrido muy completo.
Es un lugar que forma parte intrínseca de la cultura andaluza y sevillana, y visitarla te ayuda a entender mejor algunas de sus tradiciones más arraigadas. Además, está ubicada en un lugar privilegiado, junto al río Guadalquivir y muy cerca de la Torre del Oro. Es uno de los monumentos emblemáticos que ver en Sevilla.
10. Archivo de Indias
Justo entre la Catedral y el Alcázar se encuentra otro edificio Patrimonio de la Humanidad: el Archivo General de Indias. Este imponente edificio renacentista, diseñado por Juan de Herrera, el mismo arquitecto de El Escorial, es una joya arquitectónica que tienes que ver en Sevilla sí o sí durante tu visita a la ciudad.

Fue construido originalmente como lonja de mercaderes para evitar que los comerciantes realizaran sus transacciones en el Patio de los Naranjos de la Catedral. En el siglo XVIII, Carlos III decidió convertirlo en el archivo centralizado de toda la documentación referente a las colonias españolas. Un cambio trascendental.
Hoy en día, custodia millones de documentos de incalculable valor histórico. Entre ellos hay mapas, cartas de navegantes como Colón o Magallanes, y legajos que cuentan la historia de la administración del Imperio Español. Es un tesoro documental único en el mundo.
Aunque la mayoría de los documentos no son accesibles al público general para su consulta directa, se pueden visitar las galerías principales. Podrás admirar la majestuosidad del edificio y ver algunas exposiciones temporales que suelen mostrar piezas muy interesantes. Una visita muy recomendable para los amantes de la historia.
11. Casa de Pilatos
La Casa de Pilatos es uno de mis palacios sevillanos favoritos, un lugar que te transporta a otra época con su belleza y su atmósfera. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura civil andaluza, donde se fusionan de manera magistral los estilos mudéjar, gótico y renacentista. ¡Una auténtica joya!

Se dice que su nombre se debe a que su promotor, el Marqués de Tarifa, tras un viaje a Jerusalén, descubrió algo curioso. La distancia entre su casa y una iglesia extramuros era la misma que entre la casa de Poncio Pilato y el Gólgota, de ahí su denominación popular.
El patio principal, con sus arcos de yesería, sus coloridos azulejos y su fuente central, es una auténtica joya. Los salones están decorados con una impresionante colección de esculturas clásicas y azulejos de los siglos XV y XVI, que reflejan el gusto exquisito de sus antiguos moradores.
No te pierdas los jardines, un remanso de paz y belleza que invita a la contemplación. Es un lugar mucho menos concurrido que el Alcázar, lo que te permite disfrutarlo con más calma y apreciar cada detalle. Una visita que te sumerge en el esplendor de la nobleza sevillana del Renacimiento.
12. Palacio de las Dueñas
Perteneciente a la Casa de Alba, el Palacio de las Dueñas es otra de las joyas palaciegas que ver en Sevilla. Abrió sus puertas al público hace relativamente poco, permitiendo descubrir sus tesoros. Fue la residencia sevillana de la Duquesa de Alba y tiene un encanto muy especial y personal. Sin duda, uno de los lugares interesantes que ver en Sevilla.

Su arquitectura también combina los estilos gótico-mudéjar y renacentista de forma armoniosa. Lo que más me gusta son sus maravillosos patios y jardines, llenos de buganvillas, limoneros y una atmósfera muy andaluza. Es un lugar que respira historia y belleza por cada rincón.
El Patio Principal, con sus arcos de yesería y su fuente, es una preciosidad. Al recorrer sus salones, podrás ver una interesante colección de arte, mobiliario, tapices y recuerdos personales de la familia Alba. Se incluyen fotografías y objetos que pertenecieron a la Duquesa Cayetana.
Es como si te invitaran a entrar en una casa llena de historia y vida, conservada con esmero. Una visita muy recomendable para conocer de cerca el patrimonio y el estilo de vida de una de las familias nobles más importantes de España. Te sentirás parte de su legado.
13. Museo de Bellas Artes de Sevilla
Si te gusta el arte, no puedes dejar de visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Es considerado la segunda pinacoteca más importante de España después del Museo del Prado, lo cual ya dice mucho de su calidad. Está ubicado en el antiguo Convento de la Merced Calzada.

El edificio en sí es una preciosidad, con claustros que invitan a la calma y la contemplación. Su colección se centra principalmente en la pintura barroca sevillana, con obras maestras de artistas como Murillo. De este último, el museo tiene una colección impresionante y muy completa.
También encontrarás obras de Zurbarán y Valdés Leal, otros grandes maestros del Siglo de Oro sevillano. Caminar por sus salas es hacer un recorrido por la Edad de Oro de la pintura en Sevilla. También hay obras de otros periodos, desde el arte medieval hasta el siglo XX.
Me encanta la atmósfera tranquila del museo y la calidad de sus obras. Es un lugar perfecto para pasar una mañana o una tarde, especialmente si hace mucho calor fuera. Sumérgete en la riqueza artística de la ciudad. La entrada suele ser gratuita para ciudadanos de la Unión Europea.
14. Iglesia del Salvador
A pocos pasos de la Plaza Nueva y la concurrida calle Sierpes, se encuentra la Colegial del Divino Salvador. Es la segunda iglesia más grande de Sevilla después de la Catedral, un dato que sorprende a muchos. Este imponente templo barroco se construyó sobre la antigua mezquita mayor de la ciudad.

De aquella mezquita aún se conservan el patio de abluciones, conocido como Patio de los Naranjos, y la base del antiguo alminar. Su fachada principal es espectacular, pero su interior te dejará sin aliento. La profusa decoración barroca, sus retablos dorados y sus impresionantes bóvedas son una maravilla.
Especialmente destacable es el Retablo Mayor, una obra de arte monumental. La luz que entra por sus vidrieras crea una atmósfera mágica y solemne. Un dato interesante es que la entrada a la Catedral de Sevilla suele incluir la visita al Salvador, así que puedes aprovechar para conocer ambos templos.
Es un lugar que a menudo pasa un poco desapercibido para los turistas que se centran en la Catedral. Sin embargo, te aseguro que merece muchísimo la pena dedicarle tiempo. Es una joya del barroco sevillano en pleno centro de la ciudad, un tesoro escondido a simple vista.
15. Alameda de Hércules: Imprescindible si vas a explorar Sevilla
La Alameda de Hércules es una de las plazas más antiguas y con más vida de Sevilla, y también de Europa. Creada en el siglo XVI, es un amplio paseo flanqueado por álamos, de ahí su nombre. Está presidida por dos columnas romanas originales traídas del templo de la calle Mármoles. Seguro que llegas hasta aquí en tu afán de explorar Sevilla.
Estas columnas están coronadas por estatuas de Hércules, fundador mítico de Sevilla, y Julio César. Durante mucho tiempo fue una zona un tanto degradada, pero en los últimos años ha experimentado una profunda transformación. Se ha convertido en un lugar de moda y muy concurrido.
Hoy está llena de bares de tapas modernos, restaurantes con terrazas, locales de copas y un ambiente muy animado. Esto ocurre tanto de día como de noche, atrayendo a locales y turistas por igual. Es un sitio ideal para ir de tapeo, tomar algo con amigos o simplemente pasear.
También puedes observar el ambiente ecléctico y vibrante. A menudo hay mercadillos y actividades culturales que dinamizan aún más la zona. Es la cara más alternativa y bohemia que ver en Sevilla, un contraste interesante con las zonas más monumentales y tradicionales de la ciudad.
16. Convento de Santa Paula (y sus dulces)
Visitar un convento de clausura en Sevilla puede ser una experiencia muy especial y auténtica. El Convento de Santa Paula, de la Orden Jerónima, es uno de los más interesantes y con más historia. Fundado en 1473, posee un rico patrimonio artístico que merece ser descubierto.

Su iglesia gótico-mudéjar cuenta con una espectacular portada de cerámica de Nicoloso Pisano. Además, tiene un museo con obras de arte sacro de gran valor. Pero además de su valor artístico e histórico, muchos conventos de Sevilla son famosos por los deliciosos dulces que elaboran sus monjas.
Estas religiosas siguen recetas tradicionales centenarias, transmitidas de generación en generación. En el Convento de Santa Paula, puedes comprar mermeladas, bizcochos, pestiños (en temporada) y otras delicias. La compra se realiza a través de un torno, lo que añade un toque de misterio y encanto a la experiencia.
Es una forma de apoyar a estas comunidades y, al mismo tiempo, llevarte un recuerdo dulce y auténtico de Sevilla. Otros conventos como el de San Leandro, famoso por sus yemas, o el de Santa Inés también venden sus dulces. ¡Una tentación difícil de resistir para los más golosos!
17. Basílica de la Macarena y Murallas
La Basílica de la Macarena es uno de los templos más queridos y venerados por los sevillanos, un lugar que tienes que ver en Sevilla si tienes oportunidad. Alberga la imagen de la Esperanza Macarena, una de las Vírgenes más famosas y con mayor devoción de la Semana Santa sevillana. Su procesión en la Madrugá es un evento multitudinario.

La basílica, de estilo neobarroco, es relativamente moderna, ya que data de mediados del siglo XX. Sin embargo, su interior, con la profusa decoración y el impresionante camarín de la Virgen, es muy llamativo. Ver la emoción de los fieles ante la imagen es algo que impresiona profundamente.
Justo al lado de la basílica, se encuentra un tramo bien conservado de las antiguas murallas almohades de Sevilla. Aquí verás la Puerta de la Macarena, uno de los pocos accesos que quedan de la fortificación original de la ciudad. Es un vestigio importante del pasado defensivo sevillano.
Pasear por esta zona te permite imaginar cómo era la Sevilla amurallada y conectar con una de las devociones más arraigadas de la ciudad. La visita al Tesoro-Museo de la basílica también es interesante para ver el ajuar de la Virgen y otros objetos litúrgicos de gran valor.
18. Mercado de Triana: Otra de las atracciones de Sevilla
Ya te hablé del barrio de Triana, pero su mercado merece un punto propio porque es una institución en sí mismo. Ubicado estratégicamente al final del Puente de Triana, este mercado está construido sobre los cimientos del antiguo Castillo de San Jorge, que fue sede del Tribunal de la Inquisición.
Hoy, afortunadamente, es un lugar lleno de vida, color y, sobre todo, mucho sabor. En sus puestos encontrarás frutas frescas, verduras de la huerta, carnes de primera calidad y pescados recién llegados. También hay chacinas, quesos y, por supuesto, aceitunas de mil variedades para degustar.
Lo mejor es que muchos puestos se han reconvertido en pequeños bares y restaurantes. Allí puedes degustar tapas elaboradas con los productos del propio mercado, tomar una cerveza fría o un vino de la tierra. Hay ostrerías, freidurías, abacerías... un paraíso para los amantes de la buena comida.
Además, en el sótano se pueden visitar los restos arqueológicos del castillo, lo que añade un toque histórico a la visita. Es el lugar perfecto para sumergirse en el ambiente local, charlar con los tenderos y disfrutar de la gastronomía sevillana más auténtica y fresca.
19. Un paseo por el Guadalquivir y el Puente de Triana
El río Guadalquivir es la arteria vital de Sevilla y ha marcado profundamente su historia y su carácter a lo largo de los siglos. Un paseo por sus orillas es una actividad relajante y muy agradable que te recomiendo encarecidamente. Ofrece unas vistas preciosas de la ciudad.
Puedes empezar tu recorrido en la Torre del Oro y caminar hacia el norte, disfrutando de las vistas y del ambiente animado de la ribera. Una de las estampas más icónicas es la del Puente de Isabel II, conocido popularmente como el Puente de Triana. Es un símbolo de la ciudad.
Este puente de hierro, construido a mediados del siglo XIX, es una obra de ingeniería preciosa. Sirve como nexo de unión entre el centro de Sevilla y el carismático barrio de Triana. Cruzarlo a pie es una delicia, sintiendo la brisa del río y admirando las vistas.
Por un lado verás la colorida Calle Betis y por el otro la zona monumental. También puedes optar por un crucero por el Guadalquivir para tener una perspectiva diferente de la ciudad desde el agua. Al atardecer, la luz sobre el río y los puentes es mágica, creando un escenario perfecto para fotos.
20. Vivir un Espectáculo de Flamenco
No puedes irte de Sevilla sin experimentar la pasión y la fuerza del flamenco. Esta ciudad es una de las cunas de este arte, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Encontrarás muchísimas opciones para disfrutar de un buen espectáculo que te erice la piel.
Desde los tablaos más turísticos hasta peñas flamencas más íntimas y auténticas, la oferta es variada y para todos los gustos. Te recomiendo buscar un lugar que ofrezca un flamenco de calidad, donde puedas sentir el "duende" de cerca. Es una experiencia que va más allá de lo visual.
Algunos tablaos reconocidos son El Arenal, Los Gallos o Casa de la Memoria. En Triana también hay muchos locales con actuaciones en directo, a veces más improvisadas y genuinas. Fíjate en el cante jondo, el toque de guitarra y, por supuesto, el baile lleno de sentimiento y técnica.
La expresividad de los artistas, la fuerza de los zapateaos y la profundidad de las letras te llegarán al alma, incluso si no entiendes el idioma. Es una experiencia sensorial intensa y emocionante que te conectará con la cultura andaluza más profunda. El broche de oro para tu visita a Sevilla.
Qué ver en los alrededores de Sevilla
Aunque Sevilla tiene encanto de sobra para mantenerte ocupado durante días, si dispones de un poquito más de tiempo, te animo a explorar sus alrededores. A poca distancia encontrarás conjuntos arqueológicos impresionantes, pueblos blancos con mucha historia y parajes naturales que, sin duda, te sorprenderán gratamente.
Coger el coche o el transporte público para una escapada de medio día o un día completo enriquecerá mucho tu viaje. Te permitirá conocer otras facetas de la provincia y complementar tu experiencia en la capital andaluza. ¡Hay mucho por descubrir más allá de la ciudad!
Qué ver cerca de Sevilla
✓ Itálica (Santiponce, aprox. 9 km)
A solo un salto de Sevilla, en Santiponce, están las ruinas de Itálica, la primera ciudad romana fundada en Hispania. Fue cuna de emperadores como Trajano y Adriano. Pasear por sus calles, admirar los mosaicos de sus domus y su impresionante anfiteatro es un viaje en el tiempo. Si eres fan de Juego de Tronos, reconocerás Pozo Dragón.
✓ Alcalá de Guadaíra (aprox. 15 km)
Conocida como "la Alcalá de los panaderos" por su excelente pan, esta localidad ofrece un paisaje fluvial pintoresco. Su principal atractivo es el Castillo de Alcalá de Guadaíra, una fortaleza almohade con vistas espectaculares. Recorre la Ribera del Guadaíra, salpicada de antiguos molinos harineros árabes, un paseo con mucho encanto.
✓ Monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce, aprox. 8 km)
Muy cerca de Itálica, también en Santiponce, se encuentra esta joya del gótico-mudéjar andaluz. El Monasterio de San Isidoro del Campo, fundado en el siglo XIV, es un lugar de gran valor histórico y artístico. Destacan sus iglesias, claustros (el de los Muertos es impresionante) y pinturas murales. Se puede combinar con Itálica.
✓ Carmona (aprox. 33 km)
Aunque se pasa un poquito de los 30 km, Carmona es una ciudad con muchísima historia y una excursión muy recomendable. Su Alcázar del Rey Don Pedro ofrece vistas increíbles. No te pierdas la Puerta de Sevilla, la Necrópolis Romana y sus iglesias. Pasear por su casco antiguo es una delicia. Una ciudad monumental que te enamorará.
Cómo llegar a Sevilla
Llegar a Sevilla es muy fácil, ya que la capital andaluza está perfectamente comunicada por diversos medios de transporte. Si vienes desde lejos o desde el extranjero, el Aeropuerto de Sevilla-San Pablo (SVQ) es tu mejor opción. Se encuentra a unos 10 km del centro de la ciudad.
Cuenta con una línea de autobús (EA - Especial Aeropuerto) que te deja en puntos clave como la estación de Santa Justa o el Prado de San Sebastián en unos 30-35 minutos. Para los que prefieren el tren, la Estación de Santa Justa es la principal y recibe trenes de Alta Velocidad (AVE).
Estos trenes conectan con Madrid (en unas 2 horas y media), Barcelona, Valencia y otras ciudades importantes. También hay trenes de Media Distancia y Cercanías. Si te mueves en autobús, la Estación de Plaza de Armas y la Estación del Prado de San Sebastián conectan Sevilla con numerosos destinos nacionales e internacionales.
Y, por supuesto, si vienes en coche, Sevilla está rodeada por una buena red de autovías. Destacan la A-4 (desde Madrid), la A-92 (hacia Granada y Málaga) y la A-49 (hacia Huelva y Portugal), lo que facilita el acceso por carretera desde cualquier punto de la península.
Dónde dormir en Sevilla
Elegir dónde alojarse es clave para disfrutar al máximo de tu visita, y la verdad es que la oferta de hoteles en Sevilla es amplísima. Se adapta a todos los bolsillos y preferencias. Si quieres estar en el corazón de la acción, te recomiendo buscar algo en el Barrio de Santa Cruz.
Esta zona, cerca de la Catedral, o el Arenal, son ideales. Por ejemplo, el Hotel Casa 1800 Sevilla es una preciosidad. Está ubicado en una casa-palacio del siglo XIX con mucho encanto y vistas a la Giralda desde su terraza. Un lujo.
Para una experiencia de lujo total, el emblemático Hotel Alfonso XIII, a Luxury Collection Hotel, es un sueño hecho realidad. Su arquitectura regionalista y su historia lo convierten en un icono. Otra opción sofisticada en el centro es el Hotel Mercer Sevilla, en la Casa Palacio Castelar.
Si viajas en familia, el Barceló Sevilla Renacimiento, aunque un poco más alejado del centro pero bien comunicado, es una excelente opción. Destaca por sus amplias instalaciones y piscinas. Para los que buscan relajarse en un spa, el Eurostars Torre Sevilla ofrece vistas espectaculares y un completo centro de bienestar.
¿Ya te has decidido a visitar Sevilla?
Espero que este recorrido por mis 20 imprescindibles y algunas ideas extra te haya abierto el apetito. Ojalá te animes a visitar Sevilla muy pronto. Te aseguro que esta ciudad tiene un "color especial" que engancha, una alegría contagiosa y una belleza que te dejará maravillado a cada paso que des.
Desde la majestuosidad de sus monumentos hasta el encanto de sus barrios más populares, Sevilla es única. Pasando por su exquisita gastronomía y la pasión del flamenco, es una experiencia para los cinco sentidos. ¡Prepara la maleta porque te espera una aventura inolvidable! No te arrepentirás.
Ahora que ya sabes lo que hay que ver en Sevilla, planifica tu escapada con nuestro buscador de alojamientos.